Grandes productos, pequeñas series
Guía de tecnologías utilizadas para fabricar nuevos productos en bajas cantidades
El prototipado rápido y la producción en bajas cantidades, que eran métodos considerados costosos y poco prácticos, hoy son herramientas comunes al momento de materializar nuevos diseños. Esta realidad es una oportunidad para introducir productos en el mercado y testearlos reduciendo el riesgo y la inversión.
Con el término prototipo nos referimos a una reproducción funcional o estética de un producto, utilizada para su evaluación y testeo antes de su producción.
Cuando hablamos de fabricar en bajas cantidades, hacemos referencia a producciones en tandas que van de decenas a centenas o incluso miles de unidades con características de producto final, tanto estético como funcional.
La generalización del acceso a la producción en bajas cantidades se debe, en parte, a avances en el desarrollo de varias tecnologías y procesos productivos que lo posibilitan. En esta instancia detallaremos principalmente las más utilizadas para procesar piezas plásticas:
Métodos aditivos
Conjunto de técnicas popularmente conocidas como impresión 3D. El más conocido es la impresión FDM (Fused Deposition Modeling), se distingue por su relativo bajo costo y rapidez; presenta limitaciones en la reproducción de detalles y en morfologías complejas. Por otro lado, la impresión SLA (Stereolithography) posibilita la producción de piezas muy complejas. Logra resultados de excelente calidad, con buenos acabados y tolerancias precisas. Se distingue por posibilitar el uso de materiales traslúcidos. Por último, la impresión SLS (Selective Laser Sintering) posibilita piezas de alta complejidad, con buena calidad y con gran resistencia mecánica. Permite el uso de materiales rígidos y flexibles.
Métodos sustractivos
En primer lugar, hay que mencionar al corte láser. Este método permite cortar y grabar distintos tipos de materiales planos de forma rápida, precisa y con un costo bajo. Por otra parte, el mecanizado CNC posibilita lograr piezas complejas, con buena terminación superficial y excelentes propiedades mecánicas. Si bien es apta para fabricación en serie, en piezas plásticas se usa fundamentalmente para bajas cantidades.
Métodos por moldeo
En esta categoría se distinguen dos técnicas. Por una lado el moldeado en moldes de uretano presenta un costo bajo y excelente calidad estética y mecánica. Cada molde puede obtener alrededor de 20 piezas y admite diversos tipos de plásticos. Por otro lado la inyección en moldes metálicos de bajo costo es ideal para fabricar partes de diversas complejidades de forma rápida, con mayor reproducibilidad y con materiales de grado de producción. Los moldes de bajo costo pueden ser fabricados tanto en acero de baja dureza (hasta 50000 ciclos) como en aluminio (hasta 10000 ciclos), y aunque cada sistema presenta particularidades en relación a los materiales y terminaciones que permite, son excelentes soluciones para tandas iniciales de producción, ya que la inversión es significativamente menor a un molde tradicional.
Tanto para validar, testear o fabricar productos finales, estas tecnologías brindan alternativas y oportunidades adaptadas a la medida de cada necesidad.
Estos procesos están presentes en todos los mercados aunque se han desarrollado más en Estados Unidos y China, donde diferentes compañías se dedican exclusivamente a brindar servicios en el segmento del prototipado rápido y la fabricación en bajas cantidades.
Tanto para validar, testear o fabricar productos finales, estas tecnologías brindan alternativas y oportunidades adaptadas a la medida de cada necesidad. Para lograr utilizar estas tecnologías de forma eficiente es necesario diseñar desde un principio considerando sus requisitos, la escala de la producción, así como otros requerimientos del producto. También es fundamental conocer cada proceso e identificar el momento adecuado para utilizarlo.
Desde proyector ayudamos a nuestros clientes en este recorrido, basándonos en una amplia experiencia en la utilización de estas y otras tecnologías. Diseñando cada producto de acuerdo a su objetivo estratégico a corto, mediano y largo plazo, con el fin de lograr propuestas viables, eficientes y escalables.