Diseñando Tecnología

El desarrollo de dispositivos electrónicos, desde la visión del Diseño Industrial.


Contenidos 2023-07-01


Parte 1 / El producto como un todo equilibrado



Al igual que otros tipos de productos, los dispositivos electrónicos son conjuntos complejos de atributos interrelacionados. Para entender mejor cuales son estos atributos podemos clasificarlos en tres grupos: Estéticos, Funcionales y Productivos. Desde el Diseño Industrial se trabaja de forma integral en todos estos aspectos para conseguir productos atractivos, prácticos y eficientes.


Con Atributos Estéticos, nos referimos a todo aquello que el dispositivo expresa. Ya sea mediante su forma, materiales, colores o terminaciones; estos elementos conforman un lenguaje de producto que sirve para comunicarse con el usuario. Estos sirven además para completar la identidad de la marca y son un aporte fundamental en la propuesta de posicionamiento y diferenciación del producto en el mercado.


Los Atributos Funcionales son los que definen la utilidad que tiene el producto o dispositivo en relación a la tarea que desempeña y a su vínculo práctico con el usuario. En esta categoría consideramos las funciones mecánicas (o digitales), los aspectos ergonómicos, la usabilidad y la relación del producto con el contexto donde desempeñará su función. Es clave considerar estos atributos durante todo el ciclo de vida del producto. 

Este trabajo conjunto e integral resulta muy efectivo cuando es aplicado desde las etapas iniciales del proyecto.

Por último, se encuentran los Atributos Productivos. En esta categoría nos referimos a los aspectos técnicos del producto, los materiales que van a componerlo y los procesos involucrados en la manufactura. Considerando estos aspectos podemos alinear la propuesta de diseño con las necesidades de cada etapa del proyecto y con los objetivos de costos, cantidades y certificaciones propuestos.


Si bien existen prácticas de diseño con énfasis en cada una de estas categorías, para que un dispositivo electrónico de consumo masivo tenga éxito debe contemplar estos grupos de atributos de forma equilibrada. Un dispositivo que se piensa solamente desde lo estético, perderá utilidad y generará frustración y disconformidad en el usuario. Por otro lado un producto pensado solamente desde la perspectiva productiva o funcional, probablemente falle en su introducción al mercado ya que no contempla las preferencias estéticas de los usuarios, ni la relación con su contexto y su competencia.


En los dispositivos electrónicos, estas tres categorías se vinculan de formas particulares. Los atributos funcionales están fuertemente determinados por las funciones electrónicas del producto, por lo que la interfaz y las distintas posibilidades de interacción muchas veces se dan solamente en un display, otras veces por control de voz, e incluso se pueden dar fuera del propio producto. Pero que la función principal se determine desde la electrónica, no significa que podamos ofrecer en el mercado PCBs sueltos con sensores y baterías. Tampoco podemos pensar que la utilización de cajas estándar para contener la electrónica sea una solución para todas las situaciones ya que es importante cuidar la diferenciación, el lenguaje de producto y las particularidades funcionales para destacar y potenciar la propuesta.

Este trabajo conjunto e integral resulta muy efectivo cuando es aplicado desde las etapas iniciales del proyecto. Solo de esta forma podremos asegurar que los dispositivos que desarrollemos, cumplan con todas las expectativas puestas en el producto, ya sean desde los usuarios, los mercados o los sistemas de producción.


Desde proyector creemos firmemente en la necesidad de trabajar en estos tres grupos de atributos de forma equilibrada, sin que uno prime sobre el otro. Los productos tecnológicos deben ser fruto de un trabajo profundo y planificado que pueda garantizar que el dispositivo sea funcional y atractivo para los usuarios y que le permita a la empresa competir en mercados muy exigentes donde cuesta destacarse y diferenciarse.